Diario Egipto III
Día 15-Febrero-2005 (Martes)
El programa incluye la visita guiada a las Pirámides, pero no incluye la visita al interior de la Gran Pirámide (Keops). Para entrar en Keops, hay que ir a la taquilla que se encuentra dentro del recinto de las Pirámides y comprar el ticket que cuesta 100 libras egipcias (unos 14 euros). Esta Pirámide tiene restringida la entrada a 150 personas a partir de las 08.00 de la mañana y otras 150 personas a partir de las 13.00.
Nosotros llegamos allí a eso de las 09.00 y Jorge y yo, que somo los únicos que queremos entrar en la Gran Pirámide, nos avalanzamos a la taquilla con pocas esperanzas de que ya quede alguna entrada disponible. Pero, no, la suerte está con nosotros, y conseguimos dos entradas. Sólo deciros, que si tenéis la posibilidad de entrar en la Gran Pirámide, lo hagáis, siempre y cuando no tengáis claustrofobia, ya que hay que ir de cuclillas durante unos 100 metros. La Pirámide es igual de espectacular por fuera que por dentro, y no tiene nada que ver con el interior de la pirámide de Kefrén (que sí que está incluída en el programa del Corte Inglés). Os digo esto porque el guía nos dijo que vista una vista todas, y que entrar en Keops era un capricho. Nada más lejos de la realidad, para alguien que haya leído algo de esta Pirámide entenderá que no entrar es un sacrilegio, y yo os confirmo que no decepciona en absoluto, todo lo contrario.
Las pirámides por fuera son auténticas montañas de piedra, y se me hace difícil comprender la tecnología con las que las construyeron. El guía nos da la versión oficial de la egiptología y arqueología, las cuales se basan los escritos y cálculos de Herodoto, el padre de la historia. Este comenta que la Gran Pirámide se construyó en 20 años con 100000 hombres. Pues haciendo un sencillo cálculo, y suponiendo que cada hombre trabajaba 12 horas al día, y tiendo en cuenta que la Gran Pirámide tiene unos 2,500,000 de bloques nos sale el asombroso resultado de que cada 2 minutos un bloque de piedra era sacado de la cantera, pulido, trasladado a la esplanada de la Pirámide y colocada y ajustada en su sitio. Ni supermán sería capaz de hacerrlo tan rápido. Ni siquiera hoy en día con la tecnología actual es posible conseguir ni de cerca unos tiempos tan extremos. Pues sí señores, esto sin sentido y sin cabeza, es lo que acepta la arqueología moderna, y lo que elguía nos vende como totalmente documentado.
Después de estar en Keops, nos dirigimos a la segunda pirámide, Kefrén, a la cual también entro, y en la que compruebo que no tiene nada que ver con la majestuosidad de la primera. Eso sí, en ambas se está el mismo tiempo de cuclillas.
Finalmente nos alejamos a una colina para visionar una panorámica de las tres pirámides. Y allí nos subimos a unos camellos (25 libras por persona) que nos dan una minivuelta de 3 minutos. Todo sea por la foto.
El siguiente destino es la Esfinge, donde paseamos tranquilamente y hacemos unas fotos muy bonitas con las pirámides de fondo.
Por la tarde, y previo paso por una tienda de ropa que nos lleva el guía, realizamos una visita guiada contratada al guía por todo el grupo (40 euros por persona) que comprende la visita a la Ciudadela (con Mezquita de Alabastro), y el Museo Egipcio.
La mezquita es más bonita por fuera que por dentro, aún así el interior es de los más bonitos que he visto en el Cairo.
Apartado especial merece el Museo Egipcio. Yo siempre pensé en un espectacular museo, no en vano, es uno de los mejores museos del mundo en cuanto al valor de las obras expuestas. Pues eso, sólo en cuanto al valor de lo expuesto, porque lo que es el edificio por dentro y su acondicionamiento es de auténtica pena. La iluminación, por llamarlo de alguna forma, es inexistente, y la exposición de las obras es un poco mala. Espero que en breve reformen o amplíen el museo, porque las obras expuestas lo merecen.
Pues ya son las 18.30 y estamos de vuelta al hotel. Aquí nos damos una duchita y quedamos con Jorge y Rita para dar una vuelta por el Bazar Jan Al Jalili de noche. Así que cogemos un taxi y fijamos un precio de 15 libras en total para ir hasta el bazar. Allí sin querer, nos introducimos en la parte egipcia del mercado, y nos damos cuenta de ello al no ver a ningún turista, pero la verdad que nunca me he sentido tan seguro en alguna ciudad como en El Cairo. Aquí toda la gente que he conocido es muy hospitalaria.
Después de esta visita por la parte egipcia del bazar de Jalili nos vamos a comer unos kebabs en un bareto que vemos por allí. Están deliciosos, y cada uno nos vale 1 euro.
Una vez cenados, nos dirigimos a la parte turística del bazar , y después de otear algunos puestos nos vamos a un pequeño callejón de cafeterías con terrazas donde nos tomamos unos zumos de mango, unas infusiones de té con menta y una shisha. A partir de este momento Jorge se va a volver un adicto a este tabaco inocuo y dulce. Nota: Aconsejo a todo aquel que venga a Egipto a tomarse una shisha (pipa árabe) en alguna cafetería u hotel, aunque odie el tabaco. Ese es mi caso, odio el tabaco y fumar, pero la shisha es muy diferente, es un humo que no tienes que tragar, sólo llevarlo a la boca, y cuyo sabor es afrutado y suave. Nada que ver con el tabaco normal.
Aquí acaba la jornada de este intenso día en El Cairo. De vuelta al hotel previo regateo con el taxista.
Día 16-Febrero-2005 (Miércoles)
Son las 09.30, y nos levantamos casi con despertar natural. Ya era hora de levantarse un día con calma. Nos bajamos a desayunar ( con zumo de guayaba ) y revisamos junto a Jorge y Rita el plan del día. A este plan se unen Aurelia y Rodolfo, un matrimonio que no domina el inglés y que no se atreven a lanzarse a las calles del Cairo sin nadie que les oriente a dónde ir. Así que les invitamos a que vengan con nosotros.
Nuestra agenda consiste en visitar primero el barrio copto (los antiguos cristianos egipcios) donde se encuentra la casa donde se cree que habitó la sagrada familia en su paso por Egipto. También visitamos la iglesia de San Jorge (Ortodoxa), una sinagoga, y la Iglesia Colgante, que se llama así porque está levantada encima de unos muros romanos. Esta última merece mucho la pena visitar.
Una vez dada la vuelta por el barrio copto, volvemos al taxi que habíamos contratado (contratamos un taxi por dos horas para que nos hiciera el trayecto Hotel – Barrio Copto, que aquí esperara una hora y que luego nos llevara al bazar Jan Al Jalili, todo ello por 100 libras egipcias (unos 14 euros) y siendo un taxi grande para 6 personas, es decir, tocaba a dos euros por cabeza).
Al llegar al bazar Jan Al Jalili, nos dirigimos a la Mezquita Al-Azhar, y allí antes de entrar se nos presenta un musulmán que nos acompañará por todos los rincones de la mezquita. Como es preceptivo, nos descalzamos todos y dejamos los zapatos en unas estanterías fuera, y las mujeres se cubren la cabeza. Esta mezquita es a la vez una universidad para más de 20000 estudiantes. Merece la pena entrar en esta mezquita, por la que se puede pasear libremente sin ningún problema.
Después de que Rodolfo le diera una muy buena propina al guía de la Mezquita nos dirigimos a comer en la plaza junto a la Mezquita Al Hussein que se encuentra al comienzo del bazar. Los camareros de los 4 o 5 bares que se encuentran allí se avalanzan literalmente sobre nosotros para que nos sentemos en sus mesas. Es un espectáculo digno de ver. Finalmente nos sentamos en uno de ellos y nos comemos unos kebabs y unas pizzas, y el precio un poco más caro que el día anterior.
Después de comer vamos a dar una vuelta por el bazar y quedamos 2 horas después para volver en taxi al hotel.
El bazar es una jungla donde casi todos chapurrean el español. La mayoría de ellos te preguntan si eres del Madrid o Barcelona, y dependiendo de la contestación te hacen la pelota. Oirás frases como: ‘Más barato que en el carrefour’, ‘ Aquí se engaña menos’.
Después de mareantes regateos, compramos camisetas, blusas, cucarachas, y pañuelos para la familia. Estamos agotados, así que vuelta al hotel, y a disfrutar de la ‘happy hour’.
Por la noche tenemos pensado ir al Hotel Marriot, uno de los hoteles con más encanto de todo El Cairo, construido con motivo de la inauguración del Canal de Suez. Así que nos acercamos allí con Jorge y Rita, ya que Rodolfo y Aurelia prefieren descansar un poco. ¡Qué maravilla de hotel! Tiene un patio precioso con una enorme terraza y mucho ambiente de turistas extranjeros y egipcios. Nos faltó tiempo para sentarnos en una mesa y pedirmos unas infusiones, unos zumos de mango y fresa, y cómo no, una shisha, esta vez con sabor a fresa. Os recomiendo venir a este hotel, porque merece la pena. Y ya que estábamos allí nos metimos en una carpa que había allí mismo para cenar, y con espectáculo de la danza del vientre incluído. Eso sí, casi se me atraganta la cena al tener que salir a bailar con la bailarina, pero ya a estas alturas no tenía casi sentido del ridículo. Desde el escenario sólo veía a Chus con la cámara grabando vídeo partiéndose de risa.... Menos mal, que Rita, bailarina excelente (ya había hecho sus pinitos en uno de los juegos de la cena de disfraces en la motonave), salió a relevarme en tan humillante actuación.
Al final, todo lo que tomamos fuera (infusiones, zumos, shisha) junto con la cena nos salió por 10 euros por cabeza. Muy buena relación calidad /precio.
Así que ya terminada la noche nos volvimos al hotel, y nos despedimos de Rita y Jorge que era su última noche, como para el resto del grupo. A Chus y a mí todavía nos quedaba un día más que nos lo tomaríamos con tranquilidad.
Día 17-Febrero-2005 (Jueves)
De nuevo, nos volvemos a despertar a eso de las 09.30, es decir, despertar natural. El plan para hoy es caminar un poco por el centro de la ciudad (por el Museo Egipcio) y más tarde acercarnos al bazar de Jan Al Jalili para rematar las compras que teníamos en mente ( una shisha, unas fundas de almohadas, chilabas, etc...).
Comprobamos de nuevo la amabilidad de la gente para indicarnos las direcciones de los sitios, como por ejemplo la del restaurante Felfela que aparece en tantas guías.
En Jan Al Jalili después de cargar con todas esas compras, nos tomamos otro zumo de mango, otra infusión de menta y cómo no, otra shisha.
Hoy hemos decidido no comer ya que el estómago empieza a sonar un poquillo, así que mejor no arriesgar. Nos volvemos al hotel, hacemos las maletas, damos un paseo por el hotel y cotilleamos una boda que celebran en un salón.Ya es hora de dormir y de levantarse mañana a las 07.00 para ir al aeropuerto.
El programa incluye la visita guiada a las Pirámides, pero no incluye la visita al interior de la Gran Pirámide (Keops). Para entrar en Keops, hay que ir a la taquilla que se encuentra dentro del recinto de las Pirámides y comprar el ticket que cuesta 100 libras egipcias (unos 14 euros). Esta Pirámide tiene restringida la entrada a 150 personas a partir de las 08.00 de la mañana y otras 150 personas a partir de las 13.00.
Nosotros llegamos allí a eso de las 09.00 y Jorge y yo, que somo los únicos que queremos entrar en la Gran Pirámide, nos avalanzamos a la taquilla con pocas esperanzas de que ya quede alguna entrada disponible. Pero, no, la suerte está con nosotros, y conseguimos dos entradas. Sólo deciros, que si tenéis la posibilidad de entrar en la Gran Pirámide, lo hagáis, siempre y cuando no tengáis claustrofobia, ya que hay que ir de cuclillas durante unos 100 metros. La Pirámide es igual de espectacular por fuera que por dentro, y no tiene nada que ver con el interior de la pirámide de Kefrén (que sí que está incluída en el programa del Corte Inglés). Os digo esto porque el guía nos dijo que vista una vista todas, y que entrar en Keops era un capricho. Nada más lejos de la realidad, para alguien que haya leído algo de esta Pirámide entenderá que no entrar es un sacrilegio, y yo os confirmo que no decepciona en absoluto, todo lo contrario.
Las pirámides por fuera son auténticas montañas de piedra, y se me hace difícil comprender la tecnología con las que las construyeron. El guía nos da la versión oficial de la egiptología y arqueología, las cuales se basan los escritos y cálculos de Herodoto, el padre de la historia. Este comenta que la Gran Pirámide se construyó en 20 años con 100000 hombres. Pues haciendo un sencillo cálculo, y suponiendo que cada hombre trabajaba 12 horas al día, y tiendo en cuenta que la Gran Pirámide tiene unos 2,500,000 de bloques nos sale el asombroso resultado de que cada 2 minutos un bloque de piedra era sacado de la cantera, pulido, trasladado a la esplanada de la Pirámide y colocada y ajustada en su sitio. Ni supermán sería capaz de hacerrlo tan rápido. Ni siquiera hoy en día con la tecnología actual es posible conseguir ni de cerca unos tiempos tan extremos. Pues sí señores, esto sin sentido y sin cabeza, es lo que acepta la arqueología moderna, y lo que elguía nos vende como totalmente documentado.
Después de estar en Keops, nos dirigimos a la segunda pirámide, Kefrén, a la cual también entro, y en la que compruebo que no tiene nada que ver con la majestuosidad de la primera. Eso sí, en ambas se está el mismo tiempo de cuclillas.
Finalmente nos alejamos a una colina para visionar una panorámica de las tres pirámides. Y allí nos subimos a unos camellos (25 libras por persona) que nos dan una minivuelta de 3 minutos. Todo sea por la foto.
El siguiente destino es la Esfinge, donde paseamos tranquilamente y hacemos unas fotos muy bonitas con las pirámides de fondo.
Por la tarde, y previo paso por una tienda de ropa que nos lleva el guía, realizamos una visita guiada contratada al guía por todo el grupo (40 euros por persona) que comprende la visita a la Ciudadela (con Mezquita de Alabastro), y el Museo Egipcio.
La mezquita es más bonita por fuera que por dentro, aún así el interior es de los más bonitos que he visto en el Cairo.
Apartado especial merece el Museo Egipcio. Yo siempre pensé en un espectacular museo, no en vano, es uno de los mejores museos del mundo en cuanto al valor de las obras expuestas. Pues eso, sólo en cuanto al valor de lo expuesto, porque lo que es el edificio por dentro y su acondicionamiento es de auténtica pena. La iluminación, por llamarlo de alguna forma, es inexistente, y la exposición de las obras es un poco mala. Espero que en breve reformen o amplíen el museo, porque las obras expuestas lo merecen.
Pues ya son las 18.30 y estamos de vuelta al hotel. Aquí nos damos una duchita y quedamos con Jorge y Rita para dar una vuelta por el Bazar Jan Al Jalili de noche. Así que cogemos un taxi y fijamos un precio de 15 libras en total para ir hasta el bazar. Allí sin querer, nos introducimos en la parte egipcia del mercado, y nos damos cuenta de ello al no ver a ningún turista, pero la verdad que nunca me he sentido tan seguro en alguna ciudad como en El Cairo. Aquí toda la gente que he conocido es muy hospitalaria.
Después de esta visita por la parte egipcia del bazar de Jalili nos vamos a comer unos kebabs en un bareto que vemos por allí. Están deliciosos, y cada uno nos vale 1 euro.
Una vez cenados, nos dirigimos a la parte turística del bazar , y después de otear algunos puestos nos vamos a un pequeño callejón de cafeterías con terrazas donde nos tomamos unos zumos de mango, unas infusiones de té con menta y una shisha. A partir de este momento Jorge se va a volver un adicto a este tabaco inocuo y dulce. Nota: Aconsejo a todo aquel que venga a Egipto a tomarse una shisha (pipa árabe) en alguna cafetería u hotel, aunque odie el tabaco. Ese es mi caso, odio el tabaco y fumar, pero la shisha es muy diferente, es un humo que no tienes que tragar, sólo llevarlo a la boca, y cuyo sabor es afrutado y suave. Nada que ver con el tabaco normal.
Aquí acaba la jornada de este intenso día en El Cairo. De vuelta al hotel previo regateo con el taxista.
Día 16-Febrero-2005 (Miércoles)
Son las 09.30, y nos levantamos casi con despertar natural. Ya era hora de levantarse un día con calma. Nos bajamos a desayunar ( con zumo de guayaba ) y revisamos junto a Jorge y Rita el plan del día. A este plan se unen Aurelia y Rodolfo, un matrimonio que no domina el inglés y que no se atreven a lanzarse a las calles del Cairo sin nadie que les oriente a dónde ir. Así que les invitamos a que vengan con nosotros.
Nuestra agenda consiste en visitar primero el barrio copto (los antiguos cristianos egipcios) donde se encuentra la casa donde se cree que habitó la sagrada familia en su paso por Egipto. También visitamos la iglesia de San Jorge (Ortodoxa), una sinagoga, y la Iglesia Colgante, que se llama así porque está levantada encima de unos muros romanos. Esta última merece mucho la pena visitar.
Una vez dada la vuelta por el barrio copto, volvemos al taxi que habíamos contratado (contratamos un taxi por dos horas para que nos hiciera el trayecto Hotel – Barrio Copto, que aquí esperara una hora y que luego nos llevara al bazar Jan Al Jalili, todo ello por 100 libras egipcias (unos 14 euros) y siendo un taxi grande para 6 personas, es decir, tocaba a dos euros por cabeza).
Al llegar al bazar Jan Al Jalili, nos dirigimos a la Mezquita Al-Azhar, y allí antes de entrar se nos presenta un musulmán que nos acompañará por todos los rincones de la mezquita. Como es preceptivo, nos descalzamos todos y dejamos los zapatos en unas estanterías fuera, y las mujeres se cubren la cabeza. Esta mezquita es a la vez una universidad para más de 20000 estudiantes. Merece la pena entrar en esta mezquita, por la que se puede pasear libremente sin ningún problema.
Después de que Rodolfo le diera una muy buena propina al guía de la Mezquita nos dirigimos a comer en la plaza junto a la Mezquita Al Hussein que se encuentra al comienzo del bazar. Los camareros de los 4 o 5 bares que se encuentran allí se avalanzan literalmente sobre nosotros para que nos sentemos en sus mesas. Es un espectáculo digno de ver. Finalmente nos sentamos en uno de ellos y nos comemos unos kebabs y unas pizzas, y el precio un poco más caro que el día anterior.
Después de comer vamos a dar una vuelta por el bazar y quedamos 2 horas después para volver en taxi al hotel.
El bazar es una jungla donde casi todos chapurrean el español. La mayoría de ellos te preguntan si eres del Madrid o Barcelona, y dependiendo de la contestación te hacen la pelota. Oirás frases como: ‘Más barato que en el carrefour’, ‘ Aquí se engaña menos’.
Después de mareantes regateos, compramos camisetas, blusas, cucarachas, y pañuelos para la familia. Estamos agotados, así que vuelta al hotel, y a disfrutar de la ‘happy hour’.
Por la noche tenemos pensado ir al Hotel Marriot, uno de los hoteles con más encanto de todo El Cairo, construido con motivo de la inauguración del Canal de Suez. Así que nos acercamos allí con Jorge y Rita, ya que Rodolfo y Aurelia prefieren descansar un poco. ¡Qué maravilla de hotel! Tiene un patio precioso con una enorme terraza y mucho ambiente de turistas extranjeros y egipcios. Nos faltó tiempo para sentarnos en una mesa y pedirmos unas infusiones, unos zumos de mango y fresa, y cómo no, una shisha, esta vez con sabor a fresa. Os recomiendo venir a este hotel, porque merece la pena. Y ya que estábamos allí nos metimos en una carpa que había allí mismo para cenar, y con espectáculo de la danza del vientre incluído. Eso sí, casi se me atraganta la cena al tener que salir a bailar con la bailarina, pero ya a estas alturas no tenía casi sentido del ridículo. Desde el escenario sólo veía a Chus con la cámara grabando vídeo partiéndose de risa.... Menos mal, que Rita, bailarina excelente (ya había hecho sus pinitos en uno de los juegos de la cena de disfraces en la motonave), salió a relevarme en tan humillante actuación.
Al final, todo lo que tomamos fuera (infusiones, zumos, shisha) junto con la cena nos salió por 10 euros por cabeza. Muy buena relación calidad /precio.
Así que ya terminada la noche nos volvimos al hotel, y nos despedimos de Rita y Jorge que era su última noche, como para el resto del grupo. A Chus y a mí todavía nos quedaba un día más que nos lo tomaríamos con tranquilidad.
Día 17-Febrero-2005 (Jueves)
De nuevo, nos volvemos a despertar a eso de las 09.30, es decir, despertar natural. El plan para hoy es caminar un poco por el centro de la ciudad (por el Museo Egipcio) y más tarde acercarnos al bazar de Jan Al Jalili para rematar las compras que teníamos en mente ( una shisha, unas fundas de almohadas, chilabas, etc...).
Comprobamos de nuevo la amabilidad de la gente para indicarnos las direcciones de los sitios, como por ejemplo la del restaurante Felfela que aparece en tantas guías.
En Jan Al Jalili después de cargar con todas esas compras, nos tomamos otro zumo de mango, otra infusión de menta y cómo no, otra shisha.
Hoy hemos decidido no comer ya que el estómago empieza a sonar un poquillo, así que mejor no arriesgar. Nos volvemos al hotel, hacemos las maletas, damos un paseo por el hotel y cotilleamos una boda que celebran en un salón.Ya es hora de dormir y de levantarse mañana a las 07.00 para ir al aeropuerto.
8 Comments:
Hola.
Salgo de viaje para Egipto el día 20/Junio/2005 y tengo muchas expectativas. Nos alojamos en El Cairo en el hotel Conrad, como vosotros.
He estado leyendo tu/vuestra pagina y vuestras experiencias en vuestro viaje, y creeme, es una de las mejores páginas que he visto relatando la experiencia personal de un viaje a Egipto.
Ten por seguro que me la voy a imprimir y me la voy a llevar para hacer en El Cairo algo muy parecido a lo vuestro (es la idea que tenía).
Muchas Gracias por tu/vuestra aportación.
Saludos.
Fernando.
P.D.: Mi correo es: tatefer@hotmail.com por si teneis algo más que advertirme o contarme antes de mi viaje, aunque creo que todo ya lo habeis expuesto aquí.
Desgraciadamente acabo de volver de Egipto (desgraciadamente porque me hubierqa encantado estar más tiempo)
Hemos realizado el mismo viaje que vosotros y nos ha ido igual de fantastico con la ventaja de que nosotros hemos podido disfrutar del ...verano (más de 50º en Abu Simbel) PERFECTO!!!
mañana salimos para Egipto y no sabes la suerte de haber encontrado tu página, me la he impreso y me la llevaré. Gracias estoy segura que nos será de mucha ayuda.
tu relato es espectacular, estoy imprimiendo todo para cuando pueda viajar alguna vez que es mi sueño, te cuento soy de Argentina Cap fed. a nosotros se nos hace más costoso porque tendriamos que viajar primero a España, que obiamente el viaje a egipto dicen que es mas barato desde tú país.Muchas gracias y espero que leas este E-mail.
tu relato es espectacular, estoy imprimiendo todo para cuando pueda viajar alguna vez que es mi sueño, te cuento soy de Argentina Cap fed. a nosotros se nos hace más costoso porque tendriamos que viajar primero a España, que obiamente el viaje a egipto dicen que es mas barato desde tú país.Muchas gracias y espero que leas este E-mail.
Pues chicos, me alegra que haya ido bien. Vuestros comentarios muy utiles pero os aseguro que hay otras agencias de viajes que tambien usan el Amarco, como Cajamurcia Viajes, que tambien trabaja con Nubia tours ( que es mayorista y no agencia de viajes)y Kaluma. Ademas comparé precios con El Corte Ingles y lo mismo mucho mas caro. Gracias de todas maneras.
muchas gracias por toda la informacion, salimos el 27 de febrero con kaluma , pero con la motonave kalhima de lujo segun nos dicen, pero no tenemos muy claro si pagar la diferencia y viajar con lujo superior merece la pena? tambien si me puedes orientar cuanto puede costar una chilaba??? gracias CARMEN de MENORCA
Hola Carmen,
La verdad es que no sé si habrá mucha diferencia entre un Lujo y Lujo Superior, pero la verdad que prácticamente lo que se hace en la motonave es comer y dormir, y no da mucho tiempo para realizar otras actividades. Lo el precio de la chilaba es muy relativo, depende de la maestría del regateo.... Lo mejor es ir unos cuantos a comprar y sacar buen precio. Yo al final, después de 15 minutos de regateo lo conseguí por 4 euros, pero fue precio de grupo.
Espero que lo paséis fenomenal.
Saludos
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